Masa de Pizza

Esta masa de pizza es tipo artesanal y es perfecta. No hay necesidad de amasarla, más bien se la dobla varias veces y se la deja crecer por horas. La idea es dejar que la masa retenga el gas que produce para que cuando se cocine tenga burbujas. La única manera de hacer esto es tratarla con mucho cuidado.

Esta receta les rendirá cuatro o cinco masas para pizza dependiendo del grosor de la masa que le guste en su pizza. También se conserva muy bien en el refrigerador por unos tres días y se puede congelar hasta por dos meses. Este es un buen proyecto para un día que tenga tiempo.

Esto es lo que van a necesitar hacer para esta masa de pizza tan deliciosa:

Rinde masa para cuatro pizzas
1 kilo (7 3/4 taza; 2.2 libras) de harina blanca sin polvos de hornear
20 (1 cucharada + 3/4 cucharilla) gramos de sal de mesa
2 gramos (1/2 cucharilla) de levadura
700 gramos de agua (3 tazas; 750 ml) tibia (90 a 95 grados F; 32 a 35 grados C)

Saque dos cucharadas del agua medida y agréguelas a la levadura. Mezcle y deje a un lado.

Añada el agua restante a la harina y mezcle bien hasta mojarla toda. No se preocupe si está un poco seca puesto que le vamos a añadir el líquido con la levadura después. Cubra el bol y deje que la harina repose por 20 minutos.

Va a poder mojarse las manos unas dos a tres veces para doblar la masa así que prepare un bol con agua. Cuando se moje las manos sacúdalas bien y no aumente agua extra a la masa. Si la masa se moja mucho se pondrá demasiado pegajosa.

Esparza la sal sobre la masa y luego la levadura. Rompa un pedazo de la masa y limpie el contenedor con la levadura para usarla toda. Coja una punta de la masa y dóblela hacia la punta opuesta. Repita la doblada. Pellizque el grosor de la masa dos veces con su dedo índice y el pulgar y vuelva a doblar. Doble una vez más y pellizque una vez más. Doble por última vez y deje que la masa repose por 45 minutos. Cubra el bol.

Ligeramente aplique aceite de oliva en otro bol.

A los 45 minutos doble la masa una vez más y transfiérala al bol engrasado. Aplique un poco de aceite sobre la masa y cubra el bol. Póngalo en un área donde no haya cruces de aire y permita que se doble en volumen.

Aplique un poco de harina sobre una tabla o mesón y vuelque la masa sobre la harina. Tenga mucho cuidado al retirar la masa del bol. Use las palmas de sus manos para separar la masa del bol. Corte la masa en 4 o 5 pedazos dependiendo de cuan gruesa le guste la masa de su pizza.

Coja cada pedazo que corto y apriete la parte posterior para formar una bola de masa. Deje que las bolas de masa reposen pero no las ponga muy cerca de cada una porque se van a expandir un poco. Tápelas y deje que reposen unos 15 minutos.

La masa esta lista para cocinarse o para guardarla. Si la va a cocinar caliente su horno a lo máximo que pueda. Prepare una lata de pizza con una capa muy ligera de aceite de oliva o con harina de maíz.

Estire la masa con sus manos o con un rodillo. Si usa las manos estírela poniendo su puño en un extremo de la masa y sacúdala suavemente dejando que el peso de la masa la vaya estirando. Gire la masa lentamente y repita hasta que su masa cubra casi toda la lata.

Deje que la masa repose por unos dos minutos para que el gluten se relaje y jálela para cubrir el fondo completamente. Agregue sus ingredientes preferidos y métala al horno por 9 a 12 minutos hasta que la masa este completamente cocida y la parte de abajo dorada.

Si no la va a cocinar cúbrala con plástico con mucho cuidado sellando bien su paquete. Consérvela en el refrigerador por unos dos o tres días o congélela por hasta por dos meses.

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